Normalmente, los veterinarios y nuestros profesionales suelen recomendar el proceso de esterilización del gato en la etapa de los 6 meses.
Pero ¿cuáles son los motivos por los que se recomienda realizar este proceso a esa edad? Muy sencillo, los gatos son animales que pueden reproducirse con facilidad y que pueden llegar a tener una cantidad de hijos muy alta, por lo que es difícil poder mantener a tantos gatitos y no queremos que éstos acaben en refugios o, en el peor de los casos, abandonados por sus dueños.
Además, uno de los principales motivos por los que los dueños de un gato suelen esterilizarlo es porque su comportamiento en celo suele ser bastante diferente.
La castración y el comportamiento del gato
Normalmente, cuando una gata está en celo suele llamar al gato no castrado a través de maullidos muy fuertes e intenta esparcir su olor por el suelo a través de su orina.
A su vez, el gato que no esté esterilizado también puede mostrar un comportamiento en el que muestre excesivo afecto o, por el contrario, muestre un comportamiento agresivo para marcar su territorio. Al igual que la gata éste usará su orina para marcar las zonas.
En qué consiste el proceso de esterilización del gato
Hay que tener en cuenta que no es lo mismo la castración y la esterilización de un gato. Obviamente, el proceso de castración se realiza en gatos machos y el de esterilización en hembras.
Ambos procesos comparten ciertas coincidencias como que una vez realizada la intervención los gatos pueden regresar a su hogar, no pueden comer la noche anterior a la operación para evitar complicaciones con la anestesia y, tanto la castración como la esterilización, requieren de anestesia general.
En el caso de la esterilización de la gata el proceso consiste en realizar una pequeña incisión en el lateral de la barriga, previamente rasurado, y a extirpación de los ovarios. Mientras que en la castración solo hay que realizar un pequeño corte en el lateral de cada escroto para extirparlos.
Cuáles pueden ser los efectos de la castración y la esterilización de los gatos
Uno de los efectos más notables que se aprecian en gatos castrados es la desaparición de maullidos fuertes en época de celo. Además, los gatos ya no tendrán interés en marcar a través de su fuerte orina las paredes y suelos para demostrar cuál es su territorio al resto de animales.
El comportamiento agresivo que pueden mostrar algunos gatos para conseguir que sus dueños les permitan acudir a la llamada de la gata en celo es muy probable que desaparezca porque ya no sienten esa necesidad.
En el caso de las gatas y su esterilización los efectos serán muy similares. Dejarán de llamar a los gatos a través de fuertes maullidos y no sentirán la necesidad de esparcir su olor a través de su orina por suelos y paredes.
Como conclusión, es necesario hacer hincapié en que, la castración y la esterilización de los gatos solo afecta al comportamiento sexual de los mismos; pero no variará el comportamiento del animal en su día a día únicamente en las épocas de celo.
Algunos dueños creen que el comportamiento del gato puede variar si se esteriliza o se castra, pero eso no es más que una leyenda urbana o una desinformación. Los animales únicamente dejan de producir las hormonas sexuales por lo que solo desaparece su comportamiento en época de celo, pero si el gato era agresivo o necesitaba mucha actividad seguirá siendo así.